La vida de Eduardo era cotidiana como cualquier muchacho de su edad, salía con sus amigos, jugaba futbol, era muy popular, además de distinguirse por ser uno de los estudiantes con más altos promedios. Un día un profesor lo invito a participar en un programa de beca a estudiantes con el fin de continuar sus estudios en un país europeo. Únicamente tenía que cumplir algunos requisitos, como el promedio, y hablar el inglés en un 70 %. Todos estos requisitos eran innecesarios, ya que Eduardo lo tenía de forma implícita, era como el viaje ideado para él.
Ella venía de un mundo distinto al de él, puesto que ella se había juntado con un chico de su edad, pero después se separo. Él por su parte quería casarse una sola vez con la chica de sus sueños y vivir juntos hasta la muerte. Lo inevitable sucedio, él se enamoro sin lugar a duda, dejo sus planes ideales a un lado, y se atrevió a enfrentarse ante las circunstancias adversas con su familia y contra todo lo que no estuviera a su favor, de esta manera se quedo a vivir en Francia con ella.
El quería conocer otro lugar más allá de sus fronteras, pero el creía que los europeos era gente no tan limpia, y que iba a lo mejor a adoptar costumbres que después lamentaría. Por eso él se informó bien acerca de su cultura, de cómo los franceses pagan por llevarse en bolsas lo que compran.
El decidió emigrar de su país, aceptando las características propias y las de Francia, país al que iba a vivir por 2 años. Sus amigos le organizaron una despedida, en donde le manifestaban su apoyo a distancia, el terminó con su novia, ya que el amor de lejos es de pensarse.
Cuando arribo a Francia noto que las fotos se quedaban cortas para describir lo fantástico que es ese lugar, miro la torre Eiffel de noche, quedo atónito al ver una obra demasiado grande. Al otro día se presento en la escuela y conoció a Martín, un chico alto, de piel clara y sus ojos de color verde aceitunados, Martín ayudo a Eduardo a unirse al grupo, le presento a varias amigas, una de ellas fue Lilia, con la que entablo más que una amistad.
Eduardo no dudo en invitar a Lilia a tomar un café, jamás la había visto tan arreglada, era como si fuera otra chica. En la charla se dio cuenta que no era como el la había soñado, pero su sinceridad fue lo que indiscutiblemente le llamo la atención.
El decidió emigrar de su país, aceptando las características propias y las de Francia, país al que iba a vivir por 2 años. Sus amigos le organizaron una despedida, en donde le manifestaban su apoyo a distancia, el terminó con su novia, ya que el amor de lejos es de pensarse.
Cuando arribo a Francia noto que las fotos se quedaban cortas para describir lo fantástico que es ese lugar, miro la torre Eiffel de noche, quedo atónito al ver una obra demasiado grande. Al otro día se presento en la escuela y conoció a Martín, un chico alto, de piel clara y sus ojos de color verde aceitunados, Martín ayudo a Eduardo a unirse al grupo, le presento a varias amigas, una de ellas fue Lilia, con la que entablo más que una amistad.
Eduardo no dudo en invitar a Lilia a tomar un café, jamás la había visto tan arreglada, era como si fuera otra chica. En la charla se dio cuenta que no era como el la había soñado, pero su sinceridad fue lo que indiscutiblemente le llamo la atención.
Ella venía de un mundo distinto al de él, puesto que ella se había juntado con un chico de su edad, pero después se separo. Él por su parte quería casarse una sola vez con la chica de sus sueños y vivir juntos hasta la muerte. Lo inevitable sucedio, él se enamoro sin lugar a duda, dejo sus planes ideales a un lado, y se atrevió a enfrentarse ante las circunstancias adversas con su familia y contra todo lo que no estuviera a su favor, de esta manera se quedo a vivir en Francia con ella.
Autora: BTRA
hola curiosiando por aki encontre tu historia es muy interesante la verdad creo que las novelas reflejan una parte de nuestra vida.
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